ME DIRIJO A VOSOTROS
Estáis constantemente rodeados de ondas de pensamiento que se originan en el reino espiritual, que en cierto modo son irradiaciones del mundo espiritual bueno o malo … del reino de la luz o del reino de las tinieblas. Estas ondas de pensamiento pueden encontrar resistencia o encontrar corazones abiertos; en consecuencia, los seres humanos también se encontrarán en un pensamiento que puede ser verdadero y bueno, o falso y malo. Porque esto lo determina el ser humano mediante su voluntad. Constantemente es irradiado o abordado por seres, y tanto los seres buenos como los malos buscarán transmitir sus fuerzas de pensamiento al ser humano y así ser rechazadas o aceptadas, pues el pensamiento del ser humano es libre … Su ser interior se abre o se cierra cuando estas ondas de pensamiento lo rodean …
Un ser humano de buena voluntad, cuyo ser ya se ha cambiado, que busca el vínculo con Dios, también se deja influenciar fácilmente de corrientes divinas, siempre estará dispuesto a recibir esos pensamientos que son enviados desde el Reino divino. Su alma los percibirá como beneficiosos, los aceptará y los transfiere a la mente, que entonces lidia con ellos y, así establece contacto con aquellos seres que buscan instruirlo intelectualmente.
También el proceso de la transmisión de pensamientos desde el mundo oscuro a esos humanos que están espiritualmente oscurecidos es similar. Esta tampoco encuentra resistencia … Pero lo qué se transmite de pensamientos a estos o aquellos seres humanos son completamente opuestos y, por lo tanto, también hay evaluarlos de manera diferente. Pues así como la luz y la oscuridad son opuestas, también lo son las corrientes de pensamiento que surgen de esos reinos. Sin embargo, ambas corrientes tienen acceso a todos los seres humanos, por lo que solo depende de la voluntad humana aceptarlas o rechazarlas …
Y por eso los humanos también pueden cambiar sus pensamientos en cualquier momento y así también sus pensamientos, porque los pensamientos giran constantemente a su alrededor, y tanto el mundo de la luz como el mundo de las tinieblas se esfuerzan constantemente por acceder al corazón humano. Pero como el ser humano se mueve en medio del mundo, como sus sentidos son tocados constantemente por cosas terrenales, sus pensamientos también estarán mucho más dirigidos hacia lo terrenal, así que captan las ondas de pensamiento de aquel a quien pertenece el mundo terrenal.
Sin embargo, en medio del mundo, un ser humano puede ser receptivo a corrientes de pensamiento que tienen un efecto equilibrador, que verdaderamente iluminan el valor de las cosas terrenales y que impulsan también al ser humano a abrirse a las corrientes de pensamiento del reino de la luz … para que su pensamiento pueda ser sano incluso en medio de la vida mundana … y el deseo de bienes espirituales del reino de la luz puede prevalecer … si su voluntad se dirige predominantemente hacia ese reino que yace más allá del reino terrenal. Entonces su corazón se abrirá constantemente, y las ondas de pensamiento que le envían desde allí siempre resonarán …
Se resistirá a los pensamientos terrenales o sólo permitirá que penetren en la medida necesaria en la vida terrenal. Las fuerzas negativas rara vez tienen acceso, pues esto lo impide la voluntad humana, y sólo puede sucumbir en casos de debilidad inusual, que una voluntad fortalecida siempre compensa. Mientras el ser humano vive en la Tierra, está expuesto a las influencias de ambas fuerzas, y por lo tanto, persiste una cierta lucha, una expresión constante de la voluntad. Y mientras esta voluntad esté debilitada, el adversario de Dios tiene influencia sobre los humanos, haciéndose así reconocible en el “pensamiento”…
Toda vida terrenal está bajo la influencia de fuerzas buenas o malas; solo la voluntad humana decide, y por lo tanto, vuestro pensamiento también depende de hasta qué punto vuestra voluntad esté dirigida hacia Dios … Pues cualquier pensamiento fluye del reino espiritual, pero sólo puede tocar un corazón abierto. Pero quien anhela a Dios resiste los pensamientos que se originan en el reino adversario de Dios, aunque siempre lo rodean …
Amén